El proyecto, finalizado en 2012, tenía para empezar una topografía muy complicada, con pendientes superiores al 50%, lo que servía de base para poder marcar un objetivo fundamental: conseguir una vivienda cómoda, agradable y práctica. En la planta superior, por donde tiene su acceso desde la calle, se desarrolla toda la zona de día, mientras que la inferior es la que se destina a zona de noche. De nuevo, como en otras ocasiones, es fundamental el control y aprovechamiento de la luz: máxima en invierno y mínima en verano. Los voladizos, los patios, las persianas y la orientación hacen sus funciones.